jueves, 30 de julio de 2015

CUIDADO ,HASTA EN LA PLAYA MÁS TRANQUILA



Éste mes de julio de manera excepcional nos hemos ido dos fines de semana a la playa, a nuestro retiro particular, al paraíso como dice nuestra amiga Paris.

Normalmente en éstas fechas no podemos ir pero se han puestos de acuerdo los astros para que éste año fuera diferente.

Los niños se lo pasaron estupendamente desde que llegamos hasta que nos fuimos...bueno...desde que llegamos no porque peluchin  siempre tiene un período de rebeldía -adaptación no sé muy bien por qué motivo pero por suerte se le pasa pronto.

Disfrutan como enanos que son de playa-piscina-jardín-amiguitos y vuelta a repetir lo mismo en el orden que sea y a ser mayores quedándose hasta que se hace de noche jugando en el jardín tipo "verano azul " en pandilla.....quién no querría esa plan para uno?.

 Os preguntareis que tiene que ver el título con lo que estoy contando? pues si tiene relación porque el primer fin de semana me llevé un buen susto con pitufiña , susto en el momento, pero más susto después pensándolo en frío con lo que podría haber pasado.

Ésa playa es una playa pequeñita, familiar, plana que te puedes meter hasta bien adentro sin que cubra, ideal para niños vamos!.

Peluchin se lo pasa en grande jugando con las olitas y nosotros haciendo lo mismo o vigilándolo desde la orilla y pitufiña con sus "catillos" .
Un rato me metí al agua con peluchin, jugamos y cuando ya se cansó hice cambio de niño y fui a por pitufiña.

Nos adentramos en el mar, ella en mis brazos bien agarradita y a mi os prometo que no  me cubría el agua por  más arriba  de la rodilla.

El mar estaba con más oleaje de lo normal pero tampoco exagerado (porque prácticamente siempre tiene bandera verde y en ése momento después vi que la tenía amarilla pero ya digo que para nada "peligrosa" en el sitio que yo estaba).

Jugué con ella, nos dimos besitos, olas pequeñas pero de repente no sé como me despisté un segundo que dejé de vigilar las olas y vino una más grande que me pilló de espaldas y me impulsó para delante.

Por fortuna  no abrí los brazos, los apreté creo que más fuerte. A pitufiña si le pasó el agua por su cabecita y se asustó al tragar una poca pero nada que no se solucionara .

Al calmarnos me dijo "mami,mamonos del agua, mamos a la paia po pavó" y con más rapidez que nunca le hice caso, como para no hacérselo!.

En sí mismo para otros no sería para tanto, un revolcón (que no llegué a caerme) y nada más..pero para mi si lo era.

Empecé a pensar en que tenía un bebé de 27 meses (justo ese día los hacía) en brazos, que si llego a abrir los brazos por el impacto me la arrebataba, a ella si le daba el revolcón o me la llevaba yo que sé a donde y ese medio minuto, un minuto o lo que fuera podría ser terrible y a lo mejor trágico.

No quiero ni imaginármelo porque me puse fatal sólo de pensarlo.
Y pensar que fué en una playa de lo más tranquilo y sin ninguna complicación? os lo aseguro.

Qué decir que al finde siguiente que estaba casi en calma total pitufiña ni de broma se metió, a la orillita si, a recargar sus cubos y su "legadela" si , pero nada más, no teníamos ganas ninguna de las dos la verdad.

En fin, que todo éste rollo es para advertir de no bajar la guardia ni un segundo aunque sea el sitio más tranquilo del mundo .

Me pone muy triste todos los veranos, pero este más leer las noticias y ver el montón de muertos que van por ahogamiento lo que llevamos de verano y más triste todavía ver que muchos de los casos han sido niños y algunos niños de la edad de pitufiña o peluchin.

No puedo remediar ponerme en su lugar e imaginarme el horror que estarán pasando....en finn...


Lo dicho:

MUCHÍSIMO CUIDADO Y A CONVERTIRNOS TODOS EN VIGILANTES DE LA PLAYA :). 




2 comentarios:

  1. Uf qué susto! Hay que ir con mil ojos y aún así. Este año saqué a Izan por los pelos. Y es que con cinco años y dos de natación ellos se confían y nosotros también, pero lo cierto es que no saben nadar, que usan manguitos y que por contra le han perdido miedo al agua. Estaba en la orilla, realmente, sin manguitos, mojándose los pies, tumbado esperando que las olas le lamieran los pies. Y vino una algo mayor de sopetón. El rebufo se lo llevó. Se hundía. Fue un segundo y lo cogí al vuelo, pero no quiero ni pensar si hubiera estado despistada ese momento!

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    1. Qué susto Celia, es que en un segundo te la lían, justo a eso tenia yo miedo después, a que se me hubieran abierto los brazos y que el rebufo se la comiera..en fin :(
      Mil ojos son pocos. Besiños

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